Que Importancia Tuvo El Combate Naval De Iquique?
Chile | Perú |
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Arturo Prat Chacón † | Miguel Grau Seminario Juan Buendía |
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Fuerzas navales : Corbeta Esmeralda | Fuerzas navales : Monitor Huáscar Fuerzas terrestres : guarnición de Iquique y 4 cañones Blakely de montaña de 9 lb |
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143 muertos 57 prisioneros Varios heridos 1 corbeta hundida | 1 muerto 7 heridos |
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El combate naval de Iquique fue uno de los enfrentamientos más importantes ocurridos durante la campaña naval de la Guerra del Pacífico, Tuvo lugar en la bahía de Iquique el miércoles 21 de mayo de 1879, En él se enfrentaron el monitor peruano Huáscar, al mando del capitán de navío Miguel Grau Seminario, y la corbeta chilena Esmeralda, al mando del capitán de fragata Arturo Prat Chacón,
- El resultado de esta acción fue el hundimiento de la corbeta chilena y el levantamiento del bloqueo del puerto de Iquique,
- El 16 de mayo de 1879 la escuadra chilena dejó bloqueando el puerto de Iquique a la Esmeralda y la Covadonga, además del transporte chileno Lamar, y zarpó rumbo al norte para enfrentar a la flota peruana que esperaba sorprender en el puerto del Callao,
Sin embargo, el mismo día los buques capitales de Perú habían salido con rumbo al sur con la intención de defender sus puertos en Tarapacá. Ambas flotas se cruzaron sin verse y las naves peruanas encontraron el día del combate a las menores naves chilenas en Iquique.
Aunque comenzaron en el mismo lugar y a la misma hora, el enfrentamiento de la corbeta Esmeralda contra el Huáscar es llamado combate naval de Iquique, y el de la Independencia contra la Covadonga, combate naval de Punta Gruesa (este último es el lugar en la costa frente al cual ocurrió el desenlace de la lucha).
Tras cuatro : 266 horas de combate, la corbeta fue hundida por el espolón del monitor; pero su tripulación, que luchó hasta el hundimiento de su nave, fue ampliamente admirada en Chile. : 267
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Contents
- 1 ¿Cuál es la importancia del combate de Punta Gruesa?
- 2 ¿Qué recordamos cuando celebramos el Combate Naval de Iquique?
- 3 ¿Cuál fue la importancia de Arturo Prat en la Guerra del Pacífico?
- 4 ¿Cuántos marineros murieron en el Combate Naval de Iquique?
- 5 ¿Qué buque de guerra peruano se perdió en el combate de Punta Gruesa?
- 6 ¿Qué es el frente de combate?
¿Cuál es la importancia del combate de Punta Gruesa?
Chile | Perú |
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Carlos Condell de la Haza | Juan Guillermo Moore Ruiz |
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Goleta Covadonga | Fragata blindada Independencia |
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3 muertos 5 heridos | 5 muertos 23 heridos 64 desaparecidos 1 fragata blindada |
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El combate naval de Punta Gruesa, o también la pérdida de la Independencia, es como se designa a una acción simultánea al combate naval de Iquique, ocurrida el día miércoles 21 de mayo de 1879. De la cual la goleta chilena Covadonga, al mando de Carlos Condell, había emprendido la huida hacia el sur siendo perseguida por la fragata blindada peruana Independencia, bajo el mando de Juan Guillermo Moore Ruiz,
La persecución se desarrolló por medio de un combate de artillería entre los dos buques. El comandante peruano Moore, notando a su artillería ineficaz por la inexperiencia de sus marinos, ordenó emplear el espolón de la Independencia mientras la goleta chilena, para evitar esta arma, escapaba cerca a la costa aprovechando su menor calado.
En el tercer intento de espolonear a la goleta chilena, la Independencia choca con una roca submarina y queda varada, comenzando a hundirse cerca de la bahía de Cheureñate, mientras la Covadonga detiene su marcha para regresar a atacarla. El monitor peruano Huáscar, tras derrotar a la corbeta chilena Esmeralda en Iquique, llega al lugar por lo que la goleta chilena reinició su escape perseguida esta vez por el monitor.
- Este último, al ver imposible el alcance antes de la caída de la noche, abandonó el seguimiento para rescatar a los náufragos de la fragata encallada.
- El desenlace inesperado del combate sepultó las esperanzas del Perú de enfrentar exitosamente, bajo circunstancias convencionales, a la flota chilena.
Con la Independencia, Perú perdió uno de sus dos únicos buques blindados en condiciones de enfrentar a las fragatas blindadas Cochrane y Blanco Encalada, En adelante, el Huáscar debió llevar solo el peso de la campaña naval.
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Acto en el día de las Glorias Navales en Valparaíso El Día de las Glorias Navales es una festividad que se celebra en Chile cada 21 de mayo. Su fin es conmemorar el aniversario de dos combates navales ocurridos el miércoles 21 de mayo de 1879 : el de Iquique, donde el capitán de fragata Arturo Prat murió junto con toda la plana mayor de la corbeta Esmeralda, hundida por el monitor peruano Huáscar al mando del capitán de navío Miguel Grau ; y el de Punta Gruesa, donde la goleta Covadonga, al mando de Carlos Condell, hizo encallar a la fragata blindada peruana Independencia, al mando de Juan Guillermo Moore, en los roqueríos de Punta Gruesa.
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¿Cuál fue la importancia de Arturo Prat en la Guerra del Pacífico?
¡Muchachos: la contienda es desigual, pero ánimo y valor. Nunca se ha arriado nuestra bandera ante el enemigo y espero que no sea ésta la ocasión de hacerlo!, Arturo Prat Esta arenga, proclamada desde la cubierta de la Esmeralda minutos antes de lanzarse al abordaje del monitor peruano Huáscar, dio a Arturo Prat Chacón un lugar único en la historia de Chile.
Era el 21 de mayo de 1879, los primeros días de la Guerra del Pacífico, Prat era entonces un marino de treinta años que estaba al mando de la corbeta Esmeralda. Hijo de don Agustín Prat Barril y de doña María del Rosario de Chacón Barrios, nació el 4 de abril de 1848. A los ocho años de edad, ingresó a la Escuela Superior de Instrucción Primaria de Santiago, donde conoció a quien fuera su maestro y mentor, José Bernardo Suárez,
De esa época son sus grandes amigos: Carlos Condell y Luis Uribe, junto a los cuales ingresó a la Escuela Naval de Valparaíso, Todos egresaron con el grado de oficial de marina a fines de 1864, y juntos también enfrentarían la muerte el 21 de mayo de 1879, durante el Combate Naval de Iquique.
- Su capacidad de entrega al estudio y su estricto sentido de la responsabilidad, fueron características muy tempranas del joven Prat y de ello dan cuenta diversos documentos de la época.
- Esta personalidad marcada por la disciplina y la exigencia, fue enriquecida a través del tiempo con una lealtad a toda prueba y un desarrollado sentido del deber hacia su país.
En noviembre de 1865, con solo 17 años, cumplió una destacada actuación en la captura de la Covadonga, en el combate naval de Papudo durante la guerra con España y fue ascendido a teniente segundo de la Marina, Recibió el título de bachiller del Instituto Nacional en agosto de 1871, con una distinción especial en filosofía y literatura.
- En la Escuela Naval, se destacó como oficial y profesor, desempeñando las cátedras de Ordenanza Naval, Cosmografía y Construcción Naval.
- Asimismo, cumplió labores pedagógicas gratuitas en la escuela nocturna “Benjamin Franklin” de Valparaíso, como maestro de ciencias naturales y moral.
- Su título de Bachiller en Leyes de la Universidad de Chile, lo recibió en julio de 1875 y su licenciatura para obtener finalmente el título de abogado, un año después, con su memoria de prueba titulada Observaciones a la lei electoral vijente,
Fue durante sus años de estudiante que contrajo matrimonio con Carmela Carvajal Briones, con quien tuvo tres hijos. En noviembre de 1878, fue destacado en Montevideo con la misión de observar los movimientos políticos y militares de Argentina, regresando a Chile a principios de 1879.
Luego de estallar la Guerra del Pacífico, y bajo las órdenes del Almirante Juan Williams Rebolledo, Arturo Prat tomó el mando de la Esmeralda con la orden de iniciar el plan de ataque al puerto peruano de Callao. El 21 de mayo de 1879 se enfrentaron las fuerzas chilenas y peruanas en el Combate Naval de Iquique,
La desigual correlación de fuerzas fue evidente desde el comienzo del combate. Sin embargo, premunido de su espíritu de sacrificio y de la certeza de la importancia de su gesto para el desenlace de la guerra, Prat decidió no rendirse. Alentando a sus hombres y exclamando ¡Viva Chile!, saltó al abordaje del monitor peruano Huáscar, donde encontró la muerte.
Muerte de Prat, 1889 Arturo Prat, 1848-1879 Chaqueta de marino de Arturo Prat Chacón Agustín Prat Barril, padre de Arturo Prat María del Rosario de Chacón Barrios, madre de Arturo Prat, hacia 1880 Combate Naval de Iquique, 1881 Arturo Prat a la edad de 16 años, como guardiamarina de la Esmeralda Arturo Prat Chacón, hacia 1868 Arturo Prat a la edad de 10 años junto a Jacinto Chacón y Luis Uribe Carmela Carvajal, esposa de Arturo Prat, hacia 1881 Don Ignacio Serrano, Teniente 2o. de la Corbeta Esmeralda, 1846-1879 Reloj del Buque Escuela Esmeralda, hacia 2003 Don Ernesto Riquelme, Guardiamarina de la Corbeta Esmeralda, 1852-1879 Detalle de la empuñadura de la espada de Arturo Prat, hacia 1990
Si se examina con atención esta lista se verá que el día del combate el número de tripulantes de la ‘Esmeralda’ ascen día a 199, incluyendo entre ellos a don Juan Agustín Cabrera Gacitúa, civil que tomó parte como voluntario en esa ac ción. Según esta lista los muertos en el com bate fueron 149 y los sobrevivientes 50.
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Combate naval de Iquique | |
---|---|
Combate Naval de Iquique | |
Fecha: | 21 de mayo de 1879 |
Lugar: | Puerto de Iquique, Perú (actualmente Chile) Chile, |
Descripción: | |
Enfrentamiento naval de la Guerra del guano y del salitre | |
Resultado: | |
Victoria peruana. | |
Consecuencias: | |
Rompimiento del bloqueo chileno impuesto al puerto peruano de Iquique | |
País(es) involucrado(s) | |
Perú, Chile | |
Líderes: | |
Miguel Grau Seminario, Arturo Prat Chacón |
El Combate naval de Iquique ocurrió el 21 de mayo de 1879, en el puerto peruano del mismo nombre, y en el se enfrentaron los blindados peruanos Huáscar e Independencia, de la 1ª División Naval de la Armada Peruana, contra los buques chilenos bloqueadores Esmeralda y Covadonga,
Las naves chilenas habían bombardeado varios puertos y caletas peruanas y bloqueado el puerto peruano de Iquique durante varios días, pero el 21 de mayo apareció frente a este puerto la 1ª División Naval de la Armada Peruana, compuesta por dos blindados, dispuesta a romper el bloqueo, siendo el blindado Huáscar el primero en llegar a la bahía de Iquique.
Ante la presencia de la fragata blindada peruana Independencia, que llegó a la bahía de Iquique después que el Huáscar, la nave chilena Covadonga huyó hacia el sur, siendo perseguida por la nave peruana; mientras tanto la nave chilena Esmeralda al no poder huir, por el pésimo estado de sus maquinas que la obliga a moverse con dificultad, no tuvo otra alternativa que la de aceptar el combate con el blindado peruano Huáscar,
El Huáscar bombardeó a la Esmeralda, pero debido a la falta de entrenamiento de sus artilleros que eran nuevos y que, por la premura de la guerra, habían, apresuradamente, sido reclutados sin experiencia alguna, solo la pudo hundir y rendir empleando el ariete de proa y embistiéndola con tres espolonazos.
En esta acción murió el capitán de fragata Arturo Prat Chacón, comandante de la nave chilena.
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¿Qué pasó con el barco La Esmeralda?
La Corbeta ” Esmeralda”, un nombre que ha hecho historia 1820 Captura de la fragata española “Esmeralda” en el puerto de Callao. La nave capturada, junto con pasar a integrar la Escuadra de Chile y pese a que su nombre fue cambiado por el de “Valdivia”, quedó en la memoria colectiva de la naciente república por la audacia con que los marinos, comandados por el Vicealmirante Thomas Alexander Cochrane, lograron hacerse de esta unidad, como parte de las operaciones realizadas para obtener suficiente control sobre el Pacífico sudamericano y dar término al dominio realista.1856 Corbeta “Esmeralda”, primer buque de guerra propulsado a vapor con el cual la Armada de Chile entraría en una nueva etapa de desarrollo.
Se la denomina así, en honor a la fragata española capturada por Cochrane. El 21 de mayo de 1879, se batió con el blindado peruano “Huáscar” en el Combate Naval de Iquique, hasta que fue hundida, sin que su tripulación se rindiera. (Mayores detalles, más adelante).1884 Se construye en Inglaterra el crucero “Esmeralda”, primer crucero protegido en la historia y el más rápido de su época.
Su diseño constituyó una revolución en la construcción naval, ya que en él se basaron todos los cruceros construidos posteriormente, hasta evolucionar finalmente en los acorazados. Fue vendido en 1895 a Japón, donde recibió el nombre de “Idzumi”, participando en la guerra ruso-japonesa de 1905.1896 Entra en servicio el protegido “Esmeralda” construido en Gran Bretaña.
- Su diseño incorporaba los últimos avances tecnológicos de la época, por lo que se le consideró uno de los cruceros más poderosos de su clase en el mundo.
- Tuvo una larga trayectoria en la Marina de Chile, hasta que fue desguazado en 1930 y se vendió su casco en 1933.1946 Se adquiere la fragata canadiense H.M.C.S.
“Glace Bay”, que sirvió en la Batalla del Atlántico durante la Segunda Guerra Mundial. Al incorporarse a las fuerzas navales chilenas, recibió el nombre de “Esmeralda”. No obstante, en 1952 debió ceder su nombre, cambiándolo por el de “Baquedano”, con motivo de la adquisición del actual Buque-Escuela.1954 Ingresa a la lista naval el actual Buque-Escuela “Esmeralda”, un velero con aparejo de bergantín-goleta, construido en astilleros españoles.
- Desde entonces y por medio de los viajes de instrucción de cada año, el nombre de “Esmeralda” se ha hecho conocido a través de todo el mundo.
- La Corbeta “Esmeralda” de Prat.
- La resolución de construir el primer buque de guerra a vapor e impulsado por una hélice fue concretada mediante una decisión gubernamental de 1852.
El gobierno de Manuel Montt tenía una visión general de progreso y esto explica la adopción de un sistema de propulsión relativamente novedoso para buques de guerra, que ya había sido probado en unidades auxiliares. La selección del diseño más adecuado y la contratación del astillero fueron encomendadas por el Gobierno al Capitán de Navío Roberto Simpson, de larga trayectoria desde la época de la Independencia, a quien se comisionó para establecerse en Gran Bretaña, su patria de origen.
- El Vicealmirante Manuel Blanco Encalada, su superior en dicho conflicto, que era el ministro de Chile en Francia, quedó facultado para firmar los contratos.
- Simpson visitó diversos astilleros públicos y privados, tomó contacto con la Armada Real y recibió de parte de Blanco, informaciones y opiniones vertidas por el Capitán de Navío José María Salcedo, un chileno al servicio del Perú, que se encontraba en Inglaterra supervisando la construcción de buques.
Para cumplir su comisión, también se informó que había una considerable alza en los precios de las construcciones navales con motivo de la Guerra de Crimea y después de estudiar diversas alternativas resolvió adquirir, en una oficina especializada del Almirantazgo, los planos de una corbeta con las características deseadas por el Gobierno de Chile.
Enseguida solicitó cotizaciones y recomendó seleccionar al astillero de William Pitcher situado en la aldea de Northfleet a orillas del Támesis, río abajo desde Londres. Los contratos de la construcción del casco y de la provisión del sistema de propulsión y armamento, son importantes fuentes para el conocimiento del buque y fueron suscritos a fines de 1854, siendo colocada la quilla el 13 de diciembre de ese año.
Una de las alteraciones más importantes al diseño original, fue la colocación de una cubierta de toldilla generando un espacio cerrado denominado “chupeta” que, debidamente subdividido, fue utilizado para diversas funciones. La mención en el contrato que la máquina era del tipo de “acción directa”, permite suponer que era de biela de retorno, porque ésta era la clase que construía en esa época la firma Miller Ravenhill & Salkhed que lo suscribió.
Las calderas eran cuatro, de estructura prismática y de tubos de fuego, las que fueron cambiadas en Chile en 1867. La hélice era de dos palas y podía ser desconectada e izada dentro de un espacio especial creado en el casco, de manera de evitar el arrastre hidrodinámico cuando se navegaba a vela. Para este mismo propósito, la chimenea era telescópica, lo que evitaba interferencias con las velas.
El armamento original sufrió numerosos cambios a lo largo de la vida del buque y el 21 de mayo de 1879, tenía la siguiente configuración: doce cañones Armstrong de ánima rayada para munición de 40 Libras; cuatro piezas Whitworth de 32 Libras, de ánima de sección hexagonal y dos cañones Armstrong de desembarco de 6 libras.
Los cañones de 32 y 40 libras eran de cargar por la boca o de avancarga. La construcción avanzó con cierta lentitud inicialmente. Durante este proceso, Simpson recibió su ascenso a contralmirante y el Gobierno, por Decreto Supremo del 26 de junio de 1855, resolvió dar a la corbeta el nombre de “Esmeralda”.
El casco fue lanzado al agua a las 15:30 horas del 15 de septiembre de ese mismo año, comenzando el proceso de instalar los equipos. Durante el primer semestre de 1856, se completaron las terminaciones y comenzaron las pruebas que dieron origen a la corrección de algunos defectos.
- La corbeta Esmeralda zarpó a Chile el 18 de agosto de 1856, arribando a Valparaíso el 7 de noviembre del mismo año.
- De esta manera, se incorporó a las escasas fuerzas navales chilenas el primer buque de guerra de propulsión mixta.
- Durante sus veintitrés años de servicios, la corbeta prestó importantes servicios durante la Revolución de 1859 y la Guerra contra España, donde apresó la cañonera Covadonga en Papudo el 26 de noviembre de 1865, primer combate para algunos que tendrían posteriormente, una notable participación en la Guerra del Pacífico.
El buque sirvió también por extensos períodos en el litoral norte, cautelando los intereses nacionales en la disputa de límites con Bolivia. A lo largo de su existencia, sufrió tres accidentes que obligaron a realizar reparaciones de gran envergadura en su casco, especialmente después del fuerte temporal en Valparaíso, el 24 de mayo de 1875.
También se hicieron modificaciones en los espacios interiores para el funcionamiento de la Escuela Naval y para la realización de viajes de instrucción. La intensa actividad a que estuvo sometida, fue la causa de su estado de decadencia al comienzo de la Guerra del Pacífico y la razón por la cual no zarpó hacia el teatro de operaciones sino hasta marzo de 1879 y después de haber sido llevada al servicio desde su condición de buque inactivo.
No obstante, la señalada situación, era una unidad de casco robusto que, tripulada por marinos de temple y bajo la conducción de un hombre notable, enfrentó el combate final con singular prestancia, hundiéndose en Iquique el 21 de mayo de 1879, en un hecho de armas que alteró el curso de la guerra y que ha dejado profundas huellas en el alma nacional.
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Combate Naval de Punta Gruesa – 21 de mayo de 1879 El 21 de mayo de 1879 se produjo el Combate Naval de Iquique en la rada de ese puerto, donde inicialmente combatieron los buques peruanos blindado “Huáscar” y fragata blindada “Independencia”, contra los buques chilenos corbeta “Esmeralda” y goleta cañonera “Covadonga”, que se encontraban manteniendo el bloqueo de ese puerto.
Transcurrida una hora de combate, el “Huáscar” se dedicó a combatir con la “Esmeralda” y la “Independencia” se dirigió sobre la “Covadonga”. En ese momento, aprovechando el cambio de posición de las naves peruanas, el Comandante de la “Covadonga”,, decidió salir de la bahía, bordeando los arrecifes de la costa, con rumbo al sur.
Cuando pasaba a la altura de la isla de Iquique, posteriormente llamada isla Serrano y hoy unida a tierra, al doblar la punta norte de ésta recibió un proyectil del “Huáscar” que la atravesó de banda a banda, ocasionando la muerte del Cirujano Pedro Segundo Regalado Videla y matando instantáneamente al Grumete Blas 2° Tellez y al Mozo Felipe Ojeda. La situación del Comandante Condell en estas circunstancias era difícil, ya que para usar su artillería debía detenerse para presentar su costado y disparar, para luego continuar con su recorrido, con lo cual la distancia entre ambas naves se acortaba, lo que aprovechaba la “Independencia” para dispararle con el cañón de proa de 150 libras.
- Frente a la caleta Molle, la “Covadonga” que marchaba muy apegada a la costa, recibió los fuegos de tierra y además, la primera carga al espolón de la fragata peruana, a las 10:00 horas.
- Al sur de Chucumata, el Comandante Moore, intenta por segunda vez espolonear a la goleta chilena, siendo nuevamente evitado por esta al esquivarlo cayendo hacia la costa.
En esta marcha paralela entre Molle y Punta Gruesa, la “Independencia” acertó sobre la “Covadonga” una serie de tiros que dañaron los palos, jarcias, botes y carboneras. Habiendo tomado la nave peruana la estela de la goleta, las únicas piezas de artillería realmente peligrosas de los peruanos eran el cañón de proa y las ametralladoras instaladas en la cofa del palo trinquete. Dándose cuenta de la situación, el Segundo Comandante de la “Covadonga”,, dispuso que el Jefe de la Guarnición de la Artillería de Marina, Sargento Ramón Olave, se encargara de impedir que estas piezas fueran utilizadas, ubicándose con cuatro rifleros seleccionados en el castillo de popa de la goleta, disparando desde una distancia de 200 a 300 metros, principalmente sobre los sirvientes del cañón de proa de la nave peruana, que era de avancarga, es decir, se tenía que cargar por adelante, por lo que cada vez que se cargaba, sus sirvientes quedaban expuestos a los tiros de los fusileros chilenos.
- La puntería de éstos fue tan buena que al poco tiempo el cañón dejó de disparar.
- En esta acción, además del Teniente Orella y el Sargento Olave, destacó el grumete de ascendencia mapuche Juan Villacura, que había cambiado su nombre por el de Juan Bravo al enrolarse en la Armada, quienes con una extraordinaria puntería causaron la baja a numerosos artilleros peruanos.
El no poder utilizar su cañón de proa, exasperó al Comandante Moore, por lo que decidió atacar por tercera vez al espolón, a las 11:45 horas, en los arrecifes ubicados un poco al norte de Punta Gruesa, donde la “Independencia” a una distancia de 250 metros forzó la maquina y se lanzó sobre la “Covadonga”.
- Ante esta situación, el Comandante Condell decidió pasar sobre los bajos, tocando ligeramente con la quilla de su nave, rechinando el casco y estremeciéndose, a pesar de su poco calado.
- Inmediatamente el comandante chileno comprendió que su enemigo, de mucho mayor calado, no pasaría por las rocas y que indefectiblemente se vararía, exclamando festivamente “¡Aquí se fregaron!”, ordenando instantáneamente caer a estribor y virar hacia atrás.
La “Independencia”, sin comprender ese movimiento que la acercaba más al enemigo, siguió exactamente el peligroso derrotero que la “Covadonga” acababa de salvar, y al hacerlo, chocó con gran violencia en las rocas sumergidas, montándose sobre éstas, quedando tendida de costado con su quilla destrozada, con grandes vías de agua en el casco que la inundaron rápidamente.
- Al sentir el violento impacto, la tripulación de la fragata peruana que iba tendida sobre el estómago, en espera de acertar el espolonazo sobre la goleta chilena, se puso rápidamente de pie y gritó “¡Viva el Perú!”, creyendo que era la “Covadonga” la que había sufrido el golpe del ariete.
- Sucedido esto, la “Covadonga” inmediatamente giro en 180° y pasando por la banda de su rival, tomó posición a popa de ella iniciando un intenso fuego, donde no podía recibir los disparos de los peruanos, acertándole seis cañonazos que destrozaron la cubierta y el casco de la varada fragata, además de un incendio y numerosos heridos.
La marinería peruana gritaba que estaba rendida. Al poco rato arrió la bandera y la cambio por la de parlamento. Al momento el Comandante Condell ordenó cesar el fuego y a viva voz conversó con el Comandante Moore, el cual le ratificó su rendición y a la vez le pidió un bote.
- Cuando la “Covadonga” había navegado apenas una milla al norte, divisó al “Huáscar”, ante lo cual viró rápidamente y puso rumbo al sur.
- El Comandante del “Huáscar”, Miguel Grau podría haber alcanzado rápidamente a la “Covadonga”, pero impresionado por la magnitud del desastre para la Armada del Perú ocurrido en Punta Gruesa, optó por socorrer a los náufragos de la “Independencia” y no continuar con su persecución.
- Por tratarse de una fuente histórica de primer orden, a continuación se citará el Parte Oficial del Combate Naval de Punta Gruesa, presentado por el Comandante de la goleta cañonera “Covadonga”, Capitán de Fragata Carlos Condell de la Haza, al Comandante en Jefe de la Escuadra.
- “Comandancia de la cañonera “Covadonga”
- Antofagasta, junio 6 de 1879
Tengo el honor de dar cuenta a U.S. del combate ocurrido el día 21 próximo pasado en las aguas de Iquique, entre el buque de mi mando i la “Esmeralda”, contra los blindados peruanos “Huáscar” e “Independencia”. Cumpliendo las órdenes de U.S. nuestros dos buques continuaban desde el 17 sosteniendo el bloqueo del puerto de Iquique.
- Al amanecer del citado día 21, nos encontrábamos haciendo la guardia a la entrada del puerto, mientras la “Esmeralda” vigilaba el interior.
- A las 6 hs.30 ms.
- Se avistaron dos humos a 6 millas al N., pudiendo reconocer al blindado “Huáscar” i momentos después al “Independencia”.
- Para mayor seguridad, avancé dos millas en su dirección i reconocidos los buques enemigos, volví al puerto poniendo señales a la “Esmeralda” de dos vapores a la vista disparando un cañonazo de aviso.
Comprendida la señal por la “Esmeralda”, preguntó: ¿almorzó la gente? I contestado afirmativamente, puso nuevas señales ordenándonos reforzar las cargas i en seguida de seguir sus aguas. Nuestros buques avanzaron tres millas al N. en dirección al enemigo, enfrentando a la quebrada de Iquique i en disposición de batirnos. A distancia de 100 metros cayó el primer disparo del “Huáscar” en el claro que nos separaba. Ambas tripulaciones saludaron esta primera demostración del enemigo con un ¡Viva Chile! i ordenándonos la “Esmeralda” abrigarnos con la población, volvimos al puerto, tomando aquel buque su primera posición, colocándome con el mío en los bajos de la isla.
Colocados así, rompimos nuestros fuegos sobre el “Huáscar”, que nos atacaba rudamente. La “Esmeralda” dirigía también sus proyectiles al mismo buque, haciendo por nuestra parte abstracción de la “Independencia”, que nos hacía fuego por batería, pero cuyas punterías eran poco certeras. Un hora había pasado en este desigual combate, cuando observé que el “Huáscar” gobernaba sobre la “Esmeralda”, dejando pasar por su proa a la “Independencia”, que se dirigió resueltamente a atacarnos.
En ese momento estábamos a cincuenta metros de las rompientes de los bajos, corriendo el peligro de ser arrastrados a la playa; de tierra se nos hacía fuego de fusilería i la “Independencia” se acercaba para atacarnos con su espolón. Comprendí entonces que mi posición no era conveniente; desde ese punto no podíamos favorecer a la “Esmeralda” que se batía desesperadamente.
- Una bala de a 300 del “Huáscar” había atravesado mi buque de parte a parte, destrozando en su base al palo trinquete.
- Goberné para salir del puerto, dirigiendo todo mis fuegos sobre la “Independencia”, que a distancia de 200 metros enviaba sus proyectiles.
- Al salir de los bajos de la isla, fui sorprendido por una cantidad de botes que intentaron abordarnos; rechazado este ataque con metralla de a 6 i fusilería, continué rumbo al S.
seguido por la “Independencia”, que intentó tres veces alcanzarnos con su espolón. Nuestra marcha en retirada era difícil; para utilizar nuestros tiros teníamos que desviarnos de la línea de la costa, aprovechándose la “Independencia”, para acercarse i hacernos algunos certeros tiros por baterías, i con su colisa de proa i las ametralladoras de sus cofas.
El tercer ataque parecía ser decisivo; nos hallábamos a doscientos cincuenta metros del enemigo que, sin disminuir sus fuegos, se lanzó a toda fuerza de máquina sobre nuestro buque. En ese instante teníamos por la proa el bajo de Punta Gruesa. No trepidé en aventurarme pasando sobre ella rozando las rocas; el buque enemigo no tuvo la misma suerte: al llegar al bajo se varó, dejando su popa levantada.
Inmediatamente viré i colocándome en posición de no ser ofendido por sus cañones, que seguían haciéndonos fuego, le dirigí dos balas de a 70 que perforaron su blindaje. Fue en este instante cuando el enemigo arrió su bandera junto con el estandarte que izaba al palo mayor, reemplazando estas dos insignias con la señal de parlamento.
Ordené la suspensión del fuego y púseme al habla con el comandante rendido, quien de viva voz me repitió lo que ya me había indicado al arriar su bandera, pidiéndome al mismo tiempo enviase un bote a su bordo. Esto no fue posible verificar, no obstante mis deseos, porque en ese momento el “Huáscar” se aproximaba.
Además nuestra máquina solo podía trabajar con cinco libras de presión i el buque hacía mucha agua a causa de los balazos recibidos; por todo esto creía aventurado pasar a bordo del buque rendido. Intertanto, la tripulación de la “Independencia” se refugiaba en tierra, parte en botes y parte a nado abandonando el buque, que quedaba completamente perdido.
- 38 balas sólidas de a 70
- 27 granadas de a 70
- 30 id. comunes de a 9
- 4 id. de segmento de a 9
- 17 tarros de metralla i 34 balas de a 9
- 3.400 tiros a bala i 500 de revólver
- Las pérdidas de vidas son las siguientes.
- Muertos
Cirujano 1º don Pedro R.2º Videla, que una bala le destrozó los pies i murió a las 7 de la noche.
- Grumete Blas 2º Tellez
- Mozo, Felipe Ojeda
- Heridos
Don M. Enrique Reynolds Ids, en un brazo, en circunstancia de hallarse en el puente, de ayudante del que suscribe.
- Contramaestre 2º, Serapio Vargas
- Guardian 2º, Federico Osorio
- Fogonero 2º, Ramón Orellana
- Marinero 2º, José Salazar
- Soldado, Domingo Salazar
- Los daños causados por las balas enemigas son:
- Una bala de cañón de a 300 que atravesó el buque de babor a estribor, rompiendo el palo de trinquete en el entrepuente, i salió a flor de agua.
- El 2º bote destrozado i la chalupa perdida totalmente con uno de sus pescantes.
- La jarcia del palo mayor i trinquetes cortados de banda a banda, i la del segundo a
- estribor.
- A popa en la bovedilla una bala dejó su forma sin penetrar, e innumerables tiros de rifle como de ametralladora, en todo el buque.
Según he expuesto, al dejar el costado de la “Independencia”, avistamos el “Huáscar” que se nos acercaba a todas fuerza de máquina. La presencia de este buque nos hizo temer la pérdida de la “Esmeralda”, incapaz de resistir por mucho tiempo los ataques de tan poderoso enemigo.
Sin embargo de lo desventajoso de nuestra situación, pues estábamos casi destrozados, las municiones agotadas, sobre todo las balas sólidas, i la tripulación rendida con cinco horas de trabajo constante, tomé todas las precauciones para emprender un segundo combate. Poco después i cuando el enemigo estaba a cinco millas de nuestra popa, i por la cuadra del vencido, vi dirigir su proa en su auxilio.
Este retraso nos permitió avanzar, distinguiéndolos nuevamente a diez millas i siempre en nuestra persecución. En la oscuridad de la noche perdimos de vista al enemigo, i aprovechando la brisa que soplaba, hice rumbo al 0. Proseguí en esa dirección hasta las 12 M.
- Hora en que, creyendo que el ‘Huáscar” hubiese cesado su propósito, me dirigí hacia tierra.
- Antes de terminar la narraci6n de los sucesos de este día, me permitiré manifestar a U.S.
- Que los oficiales tanto de guerra como mayores se condujeron, valientemente, cada uno a la altura de las circunstancias, cumpliendo como oficiales i como chilenos.
La tripulación toda sin excepción, ha hecho cuanto podía exigirse, estando en el ánimo de todos la resolución de morir sin arriar nuestra bandera. Hago una recomendación especial del teniente 1º don Manuel J. Orella, cuyo valor, resolución i serenidad en su puesto, son dignos de elogio.
- A la vez hago mención especial del buen desempeño del ingeniero 2º don Emilio Cuevas, bajo cuya dirección está la máquina.
- Al amanecer el día siguiente 22, recalamos al río Loa, fondeando en Tocopilla a las 8.30 P.M.
- En este punto fuimos auxiliados por gente de tierra que ayudó a achicar el buque, i por carpinteros que hicieron las reparaciones mas urgentes i necesarias para continuar el viaje.
Antes de salir, cumplimos con el penoso deber de enviar a tierra i depositar solemnemente en la iglesia del pueblo, los cadáveres de las tres personas fallecidas en el combate, acompañando a este acto una comisión compuesta del teniente Lynch í del contador señor Reynolds i parte de la tripulación.
En la tarde del día 23 salimos de Tocopilla con rumbo al sur hasta las 11 de la noche en que, a causa del fuerte viento i no avanzando sino una milla por hora, resolví volver al puerto indicado i esperar mejor circunstancia. A las 5 A.M. del 24 zarpé nuevamente al sur, aprovechando la calma de la mañana.
Una floja brisa del norte me permitió largar velas, fondeando en Cobija a las 12 P.M. En este puerto nos pusimos al habla con el vapor “Santa Rosa”, que venía del norte, embarcando en él con destino a Antofagasta a los heridos i al contador que debía solicitar del general en jefe el envío de algún vapor que nos diera remolque.
Salí de Cobija a las 3 P.M. i navegando muy cerca de la costa, pasamos mui a la vista de Mejillones, i aprovechando la brisa terral seguimos rumbo a Antofagasta hasta la mañana del día siguiente, día en que a 20 millas de este puerto recibimos remolque del vapor “Rimac” que nos condujo al fondeadero, largando el ancla a las 3 P.M.
del 25. A las 6 A.M. un fuerte temporal del Este rompió el ancla i tres espías que amarraban el buque, i a pesar de fondear la segunda ancla con 90 brazas de cadena fuimos arrastrados cinco millas a fuera. A las 8 A.M. fuimos tomados a remolque por dos vaporcitos del puerto i conducidos a la dársena, donde fuimos amarrados convenientemente con un ancla i varias espías.
A la una de este mismo día, cuando creíamos estar en seguridad, nuestro vigía anuncia la aparición del “Huáscar” por el S.O. i a poca distancia del puerto. Tomé inmediatamente una posición que me permitiera defenderme; i percibiendo al buque enemigo que se dirijía a apresar el transporte “Rimac” que huía al N., le dirijí dos tiros con el fin de distraerlo i dar tiempo para la salvación del transporte.
Esto se consiguió, por que el “Huáscar” paralizó un momento su marcha, siguiendo momentos después su propósito, pero inútilmente. A las 4 P.M. el “Huáscar” volvió al puerto i después de un prolijo estudio de la costa, lanzó su primer tiro a nuestro buque.
- Inmediatamente fue contestado por nuestros cañones i los fuertes o baterías de tierra, siguiéndose un tiroteo de dos horas sin resultado notable, habiéndose consumido por nuestra parte 35 tiros de bala sólida.
- La tripulación de la “Covadonga”, a pesar de solo haber recibido tres o cuatro instrucciones sobre el manejo de la artillería, estaba ya en aptitud de desempeñar su puesto de combate.
No obstante, los oficiales que comandaron las colisas de a 70 solicitaron de mí como un honor el ocupar los puestos de cabos de cañón. Así, el teniente Orella en la colisa de proa y el teniente Lynch en el de popa, apuntaron i dieron fuego durante todo el tiempo, obteniendo el manejo mejor que pudiera desearse.
- Al presente me hallo con el buque de mi mando fondeado en la dársena del puerto, que solamente tiene 2 o 3 brazas de agua, i por consiguiente, al descomponerse la barra con la marejada, la quilla toca el fondo i hace sufrir al buque, circunstancia que le hago notar para que U.S.
- Se sirva tomar a la mayor brevedad la resolución mas conveniente.
El departamento de la máquina que, como ya he dicho a U.S., ha sido atendida por el ingeniero Cuevas i sus subordinados, se halla a la fecha listo con un solo caldero (pues el otro está inutilizado) i después de haber cambiado un émbolo que oportunamente recibimos de Valparaíso.
- El brillante triunfo obtenido por la vieja y débil goleta cañonera “Covadonga”, fue un golpe que la Marina del Perú no pudo superar jamás en el transcurso de la Guerra del Pacífico.
- La poderosa fragata blindada “Independencia” era la mejor y más moderna nave de la Escuadra peruana, superior en todo aspecto al blindado “Huáscar”, tanto así que por sí sola representaba la tercera parte del poder naval peruano.
- A partir del 21 de mayo de 1879 la Escuadra peruana tuvo que depender solo del “Huáscar”, el que debió realizar una guerra de corso, ya que no estaba en condiciones de enfrentar de igual a igual a los blindados chilenos “Almirante Cochrane” y “Almirante Blanco Encalada”, quedando la Escuadra chilena con la superioridad en el Pacifico, lo que le abrió las puertas a la invasión del territorio peruano una vez capturado el “Huáscar” en la Batalla Naval de Angamos el 08 de octubre de 1879.
- En el corto plazo, tanto la resistencia de la “Esmeralda”, como la pérdida de la “Independencia”, significó para el Perú, el no poder ejecutar su plan de capturar el convoy con tropas, destruir las máquinas resacadoras de agua de Antofagasta, de importancia fundamental para suministrar el vital elementos a las tropas que se estaban concentrando en ese puerto y por último atacar a los puertos del litoral norte de Chile.
Los Combates Navales de Iquique y Punta Gruesa crearon una mística que acompañó a las fuerzas chilenas durante toda la guerra, que permitió lograr la victoria final a pesar de los inmensos sacrificios y penurias soportadas por nuestro Ejército y Armada.Lo más importante de este combate, es que inflamó el espíritu patriota de los chilenos y reforzó la tradición iniciada por el, durante la Guerra de la Independencia, y cumplida hasta la fecha, que es luchar contra el enemigo para “Vencer o Morir”, lema grabado en bronce en todas las unidades de la Escuadra Nacional, la que al igual que en el pasado es la garante de la soberanía nacional.
Covadonga | Independencia | |
Año y lugar de construcción: | 1859, Cádiz, España | 1865, Poplar, Inglaterra |
Desplazamiento: | 415 toneladas | 2004 toneladas |
Tipo de nave: | Goleta cañonera de madera | Fragata blindada |
Blindaje: | No tenia | Coraza de 114 mm |
Artillería: | 2 cañones de 70 libras y 2 de 9 libras | 2 cañones giratorios de 150 libras y 12 de 70 libras, 4 de 32 y 4 de 9 libras |
Calado: | 4 metros | 7,3 metros |
Andar o velocidad: | 5 a 6 nudos | 12 a 13 nudos |
Fuerza de la maquina: | 140 caballos de fuerza | 1500 caballos de fuerza |
Tripulación: | 120 hombres | 400 hombres |
Combate Naval de Punta Gruesa – 21 de mayo de 1879
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¿Qué buque de guerra peruano se perdió en el combate de Punta Gruesa?
Punta Gruesa: el olvidado combate del 21 de mayo, clave para el triunfo chileno en la Guerra del Pacífico Una multitud se aproximó a la casa de Matilde Lemus. Apostados a la entrada, demandaron a gritos que la mujer saliera. Ella dudó un instante. Pero al escuchar los vítores entendió la situación.
Querían saludarla. Al fin y al cabo, ella era la esposa de un sujeto que muy lejos de ahí, en la árida costa del norte salitrero, había consumado una hazaña. Un triunfo imposible. “Salió a la ventana a recibir la ovación que le tributaba el corazón de Chile -detalla la crónica publicada en El Ferrocarril el 28 de mayo de 1879-; estaba dominada de una emoción imposible de describir, lloraba y reía, agitaba su pañuelo y trató más de una vez de dar las gracias, pero las ráfagas de alegría que despertaban mil ecos de gloria en su corazón le impedían hacer uso de la palabra”.
“La concurrencia se retiró a los gritos de: -¡Viva el valiente capitán de la Covadonga!”. Y ese, era Carlos Condell de la Haza. Apenas cuatro días antes de esa visita a la señora Lemus, llegaron a la zona central los primeros detalles acerca de los combates navales del 21 de mayo.
En esa jornada los viejos buques chilenos que mantenían el bloqueo en el puerto de Iquique, la corbeta Esmeralda y la goleta Covadonga (además del vapor Lamar que era usado como depósito de carbón), debieron hacer frente a dos enemigos formidables que los superaban en poderío: el monitor Huáscar y la fragata blindada Independencia.
Esa mañana era la Covadonga la que estaba a cargo de la ronda por la bahía, mientras la Esmeralda permanecía en el fondeadero, frente al puerto. Cuando se disipó la habitual camanchaca, fue un vigía de dicha nave el que avistó a los barcos peruanos y lanzó el grito “¡Humos al norte!”.
De inmediato, el oficial de guardia le avisó al capitán Condell, quien dormía. Se vistió rápidamente, subió al puente del barco y con los anteojos lo comprobó. Se hizo sonar zafarrancho de combate. Los dos monstruos de acero se dirigían hacia ellos. La situación era grave. Se suponía que en ese momento la escuadra chilena navegaba en dirección al Callao, el principal puerto peruano, para combatir ahí.
Pero desde que el Almirante Juan Williams Rebolledo dejó Iquique con el resto de los buques días antes, no habían tenido noticias. Que aparecieran los barcos enemigos, encima los más poderosos que disponían, era una mala señal. En el peor de los casos, calculó Condell, las dos maltrechas naves nacionales eran la retaguardia de una escuadra derrotada. Carlos Condell de la Haza. Colección: Biblioteca Nacional de Chile. Como Arturo Prat, el capitán de la Esmeralda, era el que estaba a cargo del bloqueo, Condell decidió acercarse a recibir instrucciones. “Seguir mis aguas, cuidar los fondos, tratar de que las balas enemigas que no nos acierten, caigan sobre la población”, fue la orden según el relato del tripulante de la Covadonga, Arturo Olid, quien estaba embarcado con 14 años.
Los capitanes terminaban de hablar cuando un fuerte estampido agitó las pacíficas aguas del océano. Una granada explotó entre las añosas embarcaciones chilenas. El combate comenzaba. En ese punto, Prat y Condell se despidieron rápidamente. No lo sabían, pero era la última vez que se hablaban. Mientras la Esmeralda con sus viejas y averiadas calderas casi no podía moverse, la Covadonga se aprestó a dejar la bahía de Iquique.
En ese momento, un disparo del Huáscar le atravesó el casco (armazón) de lado a lado. La maderas crujieron. Se abrió una vía de agua y rápidamente los marineros la taparon como pudieron con colchonetas, lonas y estopa, pero el mar comenzó a colarse. El primer impacto sorprendió al cirujano Pedro Videla -un joven de 25 años que solo dos meses antes había terminado sus estudios de medicina en la Universidad de Chile- mientras bajaba hacia la enfermería del buque. Pedro Regalado Videla, médico cirujano de la Corbeta Covadonga, retrato de medio cuerpo. Sala Medina, Biblioteca Nacional. La situación se hizo crítica. Desde el muelle salieron botes cargados con tropas de la guarnición peruana, quienes dispararon sus fusiles hacia la Covadonga.
La fragata Independencia comenzó a perseguir al barco chileno mientras le descargaba con furia su artillería. Con todo, la goleta logró salir del lugar y rápidamente enfiló hacia el sur, pegado a la costa. “Vista la superioridad del enemigo, así como también la treintena de botes que se destacaban desde la playa en auxilio de nuestros enemigos, y comprendiendo que por más esfuerzos que hiciéramos dentro del puerto nos era difícil, sino imposible, vencer o escapar a un enemigo diez veces más poderoso que nosotros, resolví poner proa al sur, acercándome lo más posible a tierra”, detalla Condell en su parte sobre el combate, del 27 de mayo.
“Condell estaba súper al tanto de que las máquinas de la Esmeralda estaban malas y que esta no podría salir de la bahía por sus propios medios -explica a Culto el investigador histórico militar, Rafael Mellafe-. Entonces se dio cuenta que quedarse ahí era encerrarse en una ratonera, no tenía opción”.
- Mellafe agrega que la retirada de Condell se ajustó a los reglamentos y disposiciones de la marina, por ello no se le puede considerar una huida o fuga.
- Está en una ordenanza que llama la Orden Granadina -explica-.
- Es un compendio de un montón de normas militares españolas del siglo XIX.
- Tiene una parte donde habla de los comandantes de unidades terrestres y navales y cuales son sus obligaciones para con sus subordinados”.
“Hay que recordar que la primera responsabilidad que tiene el comandante de un buque es por su barco y la tripulación -agrega-. Su primera prioridad es rescatar la nave. Entonces actuó amparado por los reglamentos: decidió que el buque no podía presentar batalla en esas condiciones”.
- Fue en las aguas de la apacible localidad de Papudo, por entonces una pequeña localidad con solo unas cuantas chozas, en que la Covadonga cruzó sus destinos con la marina chilena.
- El 26 de noviembre de 1865, fue capturada en una escaramuza durante la guerra que Chile (junto a Perú, Bolivia y Ecuador) mantenía con España, por su ocupación de las peruanas islas Chincha.
Construido en 1859 con el nombre de Virgen de Covadonga, en principio la goleta (un pequeño buque de dos o tres mástiles) se destinó como correo. Luego sirvió en el Pacífico, donde fue batida por el entonces capitán Juan Williams Rebolledo, curiosamente, al mando de la corbeta Esmeralda, la misma que se hundirá en Iquique años más tarde. Goleta Covadonga. Al enterarse de la captura de la Covadonga por parte de un país pequeño que en esos días apenas tenía fuerza naval, el Almirante José Manuel Pareja -a cargo de la escuadra hispana- se suicidó. Él, un hombre de honor, simplemente no soportó la humillación.
Como una ironía del destino, su padre, el brigadier Antonio Pareja, había muerto en Chile durante la guerra de independencia en 1813. Una vez incorporada a la escuadra chilena, quedó en claro que la Covadonga ofrecía un poder de fuego muy escaso. Para la Guerra del Pacífico solo tenía una batería de dos cañones, para hacer frente a la Independencia que tenía 12 -seis por cada banda- más uno de 150 libras en su proa.
Además, el buque peruano era más veloz, al navegar a 14 millas por hora, a contrapelo de las 5 que daba, a toda potencia, su rival. Era una contienda desigual. Una vez que la Covadonga cruzó la Isla Serrano para tomar rumbo hacia el sur, sus marinos divisaron por última vez a la Esmeralda.
En esos precisos momentos disparaba sobre el Huáscar su primera andanada de proyectiles -escribe Arturo Olid-. El humo en que se vio envuelta la Esmeralda durante ese instante nos hizo creer que había volado su santabárbara (depósito de armas y municiones)”. En rigor, el buque de Prat resistió durante cuatro horas antes de ser hundido en las aguas del Pacífico.
Mientras navegaba pegado a la costa, la goleta recibió algunos impactos desde la Independencia, los que provocaron daños en su estructura. Además, la tripulación intentaba controlar la salida de agua causada por el disparo del Huáscar que amenazaba con hundir al barco.
Encima, pasada la isla Serrano, la guarnición peruana apostada en la zona del Molle volvió a disparar sobre la vieja embarcación de madera. La situación era difícil. Pese a los daños, los tiros de la Independencia no eran certeros. En su parte sobre el enfrentamiento, el capitán peruano Juan Guillermo Moore explica que “toda la tripulación era nueva” y que por tal razón sus disparos “eran inciertos” por “la falta de ejercicio”.
Desesperado, el comandante peruano decidió jugar una última carta: hundir a la Covadonga con el espolón. “El ataque del espolón era muy común en la época de los griegos -explica Rafael Mellafe-. Pero en el siglo XIX su uso era súper complicado porque los navíos tendían a resbalar y hacerse daño entre ellos.
- Golpear a otra nave va a hacer que la tuya también sufra daño, hay que pensar que se lleva una masa de 2.000 toneladas a 12 kilómetros por hora.
- Entonces no era una medida tan popular en ese tiempo”.
- ¿Por qué entonces, el comandante Miguel Grau decidió atacar con el espolón a la Esmeralda en iquique? “Porque la Esmeralda se había puesto en una posición cercana a la playa, entonces los disparos podían caer en la población”, explica Mellafe.
Sin embargo, aunque intentó embestir en dos ocasiones, la Independencia no pudo espolonear la Covadonga, debido al bajo fondo en que se movía esta cerca de la costa. Además, tampoco pudo disparar su cañón de 150 libras, porque desde el buque chileno lograron neutralizar a los artilleros que se acercaban.
- En esa labor destacaron el teniente Manuel Orella, el sargento Ramón Olave y el marinero Juan Bravo, a quien algunas fuentes le aseguran un orígen mapuche (su apellido original sería Millacura).
- Sobre este último personaje, que habría participado en el combate solo con 14 años, todavía existe algo de misterio.
“Existe una partida de nacimiento de una persona que se llama Juan Bravo que se enlista en la Armada, entonces hay toda una discusión sobre eso”, explica Rafael Mellafe. Cuando las naves se acercaban a los bajos de Punta Gruesa, Moore decidió embestir por tercera vez a la Covadonga.
- Gracias a su mayor velocidad, la tenía a no menos de 100 metros.
- Según narra Gonzalo Bulnes en su clásico libro Guerra del Pacífico (Editorial del Pacífico, 1979), fue en ese momento cuando Condell decidió pasar por encima de los arrecifes.
- El barco rechinó al tocar el fondo.
- ¡Aquí se fregaron!”, exclamó el capitán, según detalla Bulnes.
La única observación negativa en la hoja de vida de Arturo Prat durante su época de estudiante en la Escuela Naval, es una pelea a combos con un compañero. El “otro” era un chico rubio y bromista, hijo de padre escocés y madre peruana: Carlos Condell.
Este incidente, de alguna manera resume el carácter de ambos marinos. “Le tuvo que haber dicho algo muy fuerte para sacarlo de sus casillas, porque Prat era más bien retraído, reservado, muy poco dado a la cosa más física”, explica Rafael Mellafe. Condell, por el contrario, tenía un carácter impulsivo y no trepidaba en tomar riesgos.
“Era un tipo bastante desordenado -explica Mellafe-. Estaba considerado en la Armada un capitán llevado a sus ideas y poco dado a la disciplina. Por esa razón es que Juan Williams lo deja en Iquique y no lo lleva a su expedición fallida al Callao”. “El comandante Condell tenía un carácter sumamente impetuoso -detalla Olid en su crónica- le agradaban las situaciones difíciles; buscaba el peligro y la lucha no solamente para caer combatiendo como un héroe, sino también para caer arrastrando en lo posible a su enemigo en la caída”. Carlos Condell y su esposa Matilde Lemus. Foto de Díaz y Spencer. Sala Medina, Biblioteca Nacional. En la Armada integró el llamado “curso de los héroes”, pues en su promoción estaban futuros oficiales como Luis Uribe, Juan José Latorre, y el mencionado Arturo Prat.
- Junto a los dos últimos, participó en la captura de la Covadonga en 1865.
- Su familia tenía un vínculo con el mar.
- El padre era marino mercante y en la familia de la madre había oficiales navales que sirvieron en la marina del Perú durante la Guerra del Pacífico.
- En la Independencia iban el Teniente 2º Alfredo de la Haza y el guardiamarina Arturo de la Haza, primos hermanos de Carlos Condell.
Y él estaba al tanto de eso”, explica Mellafe. No fueron los únicos casos de lazos familiares chileno-peruanos durante el conflicto. “Miguel Grau era concuñado con el capitán chileno Óscar Viel; el hermano mayor de Juan José Latorre vivía en Perú y era comandante de artillería”.
“En este instante y cuando tocaba con el ariete a la Covadonga, se sintió una gran choque y quedó detenida la fragata -escribe el comandante peruano Moore en su reporte-. El golpe había sido sobre una roca que no está marcada en la carta, pues se encuentra al norte del último bajo que aparece en ella”.
Sin embargo, Mellafe asegura que las cartas de la época no eran del todo exactas. Y aunque, efectivamente, no tenían marcadas los bajíos, estos se aprecian a simple vista: “Son unos rompientes y puedes ver que la ola tiene un cambio. Ahora, Condell se arriesgó a pasar porque tomó la ola en subida y además sabía que el calado de su nave era menor que el de la Independencia.
Fue una maniobra totalmente pensada. Reafirma su imagen de alguien más arriesgado de lo normal: se tiró nomás y pasó”. Era apostar el todo o nada. Una vez encallada la Independencia, la Covadonga giró y le disparó con sus cañones. “La nave peruana estaba con la bandera izada, lo que significaba que todavía estaban en combate”, explica Mellafe.
En ese momento las versiones de los partes son contradictorias: Condell asegura que Moore se rindió; este dice que no lo hizo y que aunque la bandera se cayó a causa de un disparo, mandó a colocar otra. Comandante de la Independencia, Juan Guillermo Moore. Al poco rato, Condell reconoció la humeante estela del Huáscar acercándose al lugar, y con ello dedujo el resultado del combate en Iquique. Además, sabía que el monitor tenía más velocidad que su vieja goleta, por lo que decidió escapar.
- Por la noche llegó a Tocopilla.
- Según Gonzalo Bulnes, el jefe de la guarnición local casi lo atacó pues “le había tomado por enemigo”.
- Al día siguiente, el barco fue remolcado hasta Antofagasta.
- Estaba haciendo agua por todos lados, quedó en muy mal estado”, asegura Mellafe.
- En ese puerto, fueron los tripulantes del transporte Lamar los que comunicaron la noticia de lo sucedido en Iquique.
Desde la ciudad se enviaron las primeras informaciones. “Según conjeturas fundadas, Independencia varó en Punta Gruesa, persiguiendo Covadonga que volvió rompiendo fuego sin respuesta. Esmeralda entre tanto combatía en el puerto con el Huáscar cuyas punterías eran poco certeras”, rezaba el parte que publicó el periódico El Ferrocarril el 24 de mayo.
- Apenas llegó al lugar, Grau no pudo dar crédito al desastre que encontró.
- La Independencia estaba varada.
- Mandó recoger a la oficialidad, mientras el resto volvió a Iquique a pie.
- Como acto final, se hizo quemar la nave encallada que se estaba inundando debido al desgarro de su casco con la roca.
- Miguel Grau explicó el resultado del combate en una carta privada que envió al Presidente peruano Mariano Ignacio Prado, citada por el historiador Jorge Basadre en su clásico Historia de la República del Perú, “La falta de disciplina y de ejercicios de fuego en la ya mencionada fragata (Independencia) ha sido la verdadera causa de su pérdida, esta es la pura verdad como le será fácil a Ud.
poder corroborar si se informa privadamente de todo lo que ha pasado en ese buque desde antes del combate y después de él”. A Moore la pérdida de la nave le costó el puesto. Peor aún; no se le permitió el mando de ningún buque. Pero él se obsesionó con la idea de redimir su imagen al costo de la vida.
- Se quedó en Arica y se ofreció como voluntario en el ejército en la defensa de la ciudad, en junio de 1880.
- El coronel Francisco Bolognesi le tenía estima así que le asignó un puesto a cargo de la artillería.
- Ahí, durante la toma del morro, una bala acabó con el desdichado marino.
- Por su lado, Condell fue recibido como un héroe.
Se le hicieron comidas, misas y recepciones en su honor. Desde las páginas de El Ferrocarril se ensalzó su figura: “Es esencialmente un hombre de acción, es un navegante, es un artillero, es un hijo del mar”. Durante el resto del conflicto comandará la Magallanes y el Huáscar, e incluso el blindado Blanco Encalada. La ciudad de Valparaíso sale a recibir a Condell, al mando de la Covadonga, el 23 de junio de 1879. Fotografía de Díaz y Spencer. Sala Medina, Biblioteca Nacional. Aunque en el momento la figura del comandante de la Covadonga fue destacada, finalmente quedó en un segundo plano.
“La prensa de la época tuvo una gran labor al ensalzar a Prat, pero eso opacó lo que hizo Condell”, agrega Mellafe. De todas formas, las acciones de Iquique permitieron afianzar la popularidad del conflicto entre la población. Según El Ferrocarril, al conocerse la noticia en Santiago, en muchas casas “se encendieron espontáneamente gran número de luminarias e izaron la bandera nacional”.
Ese 21 de mayo la marina peruana perdió uno de sus mejores buques, y Chile, uno de los peores. Pero a la hora de su proyección en el resto del conflicto, Mellafe prefiere la cautela. “La victoria en Punta Gruesa condiciona el desarrollo del resto de la Campaña Naval, pero no es determinante en el triunfo de Chile en la Guerra del Pacífico.
Las guerras no se ganan por tener el control de la ruta marítima o del espacio aéreo, ayudan, pero es el Ejército el que conquista el espacio terrestre y determina la victoria”. Para el historiador Jorge Basadre, en esa jornada, Chile “tonificó su espíritu patriótico con el heroísmo de Prat y sus compañeros.
El Perú perdió el primer barco de la escuadra, la fragata de 2004 toneladas mejor que el Huáscar como que había costado dos veces más”. La Covadonga también acabó sus días en el lecho del Pacífico. Fue en septiembre de 1880 en Chancay, una playa de la costa peruana.
Una bomba instalada dentro de un bote tomado por la tripulación, explotó al ser izado hacia el buque. Acaso conscientes de su valor, a los pocos años bajaron los primeros buzos a recoger objetos y recuerdos de su época más gloriosa, cuando logró, a punta de una apuesta arriesgada, sortear el amargor de la derrota y la muerte.
: Punta Gruesa: el olvidado combate del 21 de mayo, clave para el triunfo chileno en la Guerra del Pacífico
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¿Qué es el frente de combate?
Frente de combate o de batalla – Es el que ocupa cada una de las unidades componentes del ejército en el orden de combate, Según el Reglamento alemán de 1821, el frente de combate de las tropas desplegadas, depende del objeto del combate, del apoyo que puedan tener las alas y del terreno.
- En el caso de que las tropas estén apoyadas por ambos flancos, el frente es limitado.
- Si no están apoyados más que por un flanco o si combaten solas, su frente será ya dependiente del objeto que se persiga.
- Varía según el despliegue y actitud del enemigo,
- Este frente es diferente en el ataque y en la defensa.
En un terreno favorable bien organizado pueden admitirse frentes anchos. Con frecuencia se combatirá por agrupaciones de momento. Con un frente demasiado extenso se corre el peligro de ser roto por el centro. Con un frente muy restringido se puede ser desbordado o envuelto.
Sin embargo, un ancho frente será con frecuencia la primera condición de un gran éxito. La articulación de las tropas depende, en primer lugar, de la misión. Todo combate decisivo exige un orden de combate profundo y reservas disponibles. Se ha querido fijar un tipo de «densidad del frente», es decir, del número de hombres por metro de dicha línea.
Se han recomendado las cifras máximas de siete hombres de densidad de frente en el ataque y de cinco en la defensa. El citado Reglamento, al ocuparse de esta cuestión al tratar el ataque dice los siguiente: «La designación de frentes de ataque y de objetivos determinados a las unidades de infantería, da lugar a sectores de ataque de diferentes anchuras.
Queda, según esto, en manos del mando el mejor medio de aumentar el escalonamiento en profundidad ante el punto decisivo, asignando frentes estrechos a los sectores que ataquen, realizando así su táctica, Será muy útil también designar una fracción guía sobre la cual regulen las demás su movimiento antes de entrar en acción por enlace lateral.
En lo que concierne a los frentes de combate, se puede admitir para fijar ideas, que en el ataque una división compuesta de tres regimientos de infantería y bien provista de artillería podrá recibir a su cargo un frente de 3 a 4 km en terreno favorable a todas las armas.
- Se pueden conseguir frentes mayores haciendo entrar en acción las unidades por grupos y dejando huecos en los intervalos.
- Si este procedimiento se exagera, no sólo será difícil dirigir el combate, sino lo que es más importante ir acumulando refuerzos en el sitio decisivo repartidos en profundidad.
- No se pueden dar indicaciones precisas sobre los frentes que se deben asignar a las unidades inferiores.
el frente de un batallón encuadrado variará en general ente 400 y 800 m. El cometido, los efectivos disponibles, el terreno, el apoyo que preste la artillería del sector o de los sectores inmediatos, ejercerán una influencia decisiva en la determinación de los frentes.
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¿Qué hizo Miguel Grau Seminario con los náufragos al unir a los barcos chilenos La Esmeralda y Matías consigo?
Ganó el combate naval de Iquique del 21 de mayo de 1879, hundiendo a la corbeta Esmeralda y se ganó el respeto unánime por su acción humanitaria de rescatar a los náufragos chilenos.
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